Irán lanzó en la noche del lunes al martes una decena de misiles balísticos sobre Erbil, capital del Kurdistán iraquí, mató a cuatro civiles e hirió al menos a otros seis. La Guardia Revolucionaria iraní afirmó en un comunicado que su objetivo eran centros del espionaje israelí, pero las autoridades kurdas de Irak han tachado la justificación iraní de “excusas infundadas”, ya que los muertos son un destacado empresario kurdo y sus allegados, que se habían reunido para una celebración familiar. También Estados Unidos ha condenado el “imprudente e impreciso” ataque iraní, en un contexto de incremento de tensión en la región.
La Guardia Revolucionaria explicó primero que su ataque en Erbil se dirigió contra “grupos anti-iraníes” y, horas más tarde, afirmó en otro comunicado que el objetivo era “una de las principales sedes de la agencia de espionaje israelí Mosad en el Kurdistán iraquí”. Y que el ataque se ha llevado a cabo en respuesta al bombardeo israelí que mató el pasado diciembre al comandante iraní de la Guardia Revolucionaria Razi Musavi, cuando se encontraba en Damasco, la capital siria, según publicó la agencia de noticias estatal IRNA.
Tras una noche de reuniones de las autoridades regionales, el primer ministro kurdo, Masrour Barzani, cargó contra los atacantes: “Condeno en los términos más duros posibles el cobarde ataque contra el pueblo de la Región del Kurdistán. Insto al Gobierno federal en Bagdad a que adopte una posición de principios contra esta flagrante violación de la soberanía de Irak y la Región del Kurdistán”. El líder kurdoiraquí aseguró que su Gobierno empezará a trabajar en los próximos días con sus aliados internacionales para “detener estos brutales ataques” contra su “pueblo inocente”.
Posteriormente, el Ministerio de Exteriores del Gobierno federal de Irak, en un comunicado, expresó su “severa condena de la agresión iraní” y dijo que tomará medidas legales, incluida la denuncia de los hechos ante el Consejo de Seguridad de la ONU. El Ministerio ha convocado al encargado de negocios de la Embajada iraní en Bagdad para transmitirle una nota de protesta.
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Los misiles iraníes comenzaron a impactar en áreas del norte de Erbil poco antes de la medianoche. Los medios locales informaron de explosiones en torno al aeropuerto, donde hay una base militar de EE UU y cerca del cual se halla el consulado estadounidense, si bien una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, afirmó que ninguna instalación o personal de su país había sido alcanzado. “Derribamos dos misiles balísticos mediante nuestro sistema antimisiles sin causar ningún daño”, explicó Abdullah Hama Rashid, jefe de operaciones especiales de la Agencia de Defensa del Kurdistán, en declaraciones a la televisión Rudaw. En el ataque también participaron drones y, según las unidades antiterroristas, tres de ellos fueron derribados cuando se disponían a atacar el aeropuerto.
Pero el principal objetivo del ataque fue la residencia del empresario multimillonario Peshraw Dzeyi, donde se celebraba una reunión familiar porque dos hijos suyos que estudian en Estados Unidos habían regresado de visita. Hasta cinco misiles cayeron sobre la residencia del propietario del grupo empresarial Falcon, con intereses en la construcción y la seguridad, envolviendo el edificio en llamas y dañando varios edificios vecinos. El propio Dzeyi falleció una hora y media después del bombardeo, víctima de las graves heridas sufridas. También murió otro empresario amigo de la familia, identificado por Rudaw como Karam Mikhail, igualmente vinculado a la construcción. Cuatro horas después, los servicios de emergencia lograron rescatar el cuerpo sin vida de la hija menor de Dzeyi, que todavía no había cumplido un año. La cuarta víctima es una empleada del hogar de nacionalidad filipina. Entre los heridos que han sido ingresados en los hospitales de Erbil hay varios familiares de Dzeyi, incluida su esposa, y otra empleada del hogar filipina.
Mashan al Jabouri, un antiguo diputado del Parlamento iraquí que está construyendo un chalet junto a la residencia atacada, explicó en la red social X que conoce a Dzeyi desde hace dos décadas y no está relacionado con Israel: “Doy testimonio ante Dios y ante el pueblo de que el difunto empresario y amigo no está involucrado en política, no tiene ninguna conexión con el Mosad y trabaja únicamente en el desarrollo inmobiliario. Si mi casa estuviera completa y viviera en ella, yo también sería una de las víctimas de los misiles que, según Irán, apuntaron a la sede del Mosad”.
Además del norte de Irak, durante la noche, la Guardia Revolucionaria de Irán atacó con misiles objetivos en Siria. Según publicó en un comunicado, sus objetivos eran bases de “grupos terroristas, especialmente Daesh [las siglas árabes de Estado Islámico]” responsables del atentado suicida que dejó cerca de 90 muertos en la ciudad iraní de Kerman el pasado 3 de enero -que fue reivindicado por la organización yihadista- y del ataque a una comisaría en la localidad de Rasak en diciembre, que dejó 11 agentes muertos y se atribuye a Jaish al Adl, grupo salafista de la insurgencia baluchí. En la mañana del lunes, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanaani, justificó en su canal de Telegram el ataque en Erbil alegando que está “en línea con la defensa de la soberanía y la seguridad del país” y “el combate contra el terrorismo” y que es parte de “un castigo justo de la República Islámica contra aquellos que amenazan la seguridad de la nación”.
“El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán dice que el ataque tuvo como objetivo las posiciones de grupos de oposición iraníes. Desgraciadamente, siempre usa estas excusas infundadas para atacar Erbil. El Kurdistán iraquí nunca ha sido una amenaza para ninguna parte”, respondió, en otro comunicado, el Consejo de Seguridad de la región autónoma tras una reunión de emergencia durante la noche.
A finales del año pasado, el portavoz del Gobierno regional, Peshawa Hawramani, subrayó que no hay bases israelíes en el Kurdistán iraquí, después de que una milicia pro-iraní afirmase haber golpeado una base del Estado judío en Erbil en un ataque con drones. En marzo de 2022, Irán lanzó una docena de misiles balísticos sobre la capital kurda, golpeando la residencia de otro empresario local -sin causar víctimas- que la Guardia Revolucionaria identificó como “un centro estratégico de la conspiración sionista”. Una comisión de investigación del parlamento federal de Irak no halló pruebas de que estuviese involucrado en actividades de espionaje. Sin embargo, fuentes iraquíes, iraníes y turcas confesaron a la agencia Reuters que la razón del ataque fue que el empresario estaba diseñando un plan para la exportación de gas a Turquía y Europa con apoyo de israelíes, un proyecto considerado por Irán contrario a sus intereses económicos y geopolíticos.
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