La Guardia Civil busca a los responsables de la muerte de dos lobos que aparecieron muertos por disparos, decapitados y desollados el miércoles 20 de diciembre en la zona leonesa de Lois, en el municipio de Los Crémenes. La investigación se centra en una batida de jabalí que se celebró en un coto privado de caza el domingo 17 de diciembre. El macabro hallazgo se produjo después de que la Junta de Castilla y León comunicara a los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) la sospecha de que se había abatido a varios ejemplares de lobo en Lois. Los agentes descubrieron restos de sangre sobre el terreno, y siguiendo la pista hallaron los cuerpos de los cánidos. La especie está protegida en España y su caza está prohibida desde septiembre de 2021. Los delincuentes les habían cortado la cabeza, habitual trofeo cinegético, y arrancado la piel, algo menos frecuente.
En el operativo intervinieron, además de los agentes medioambientales del Seprona, celadores de medio ambiente y peones especialistas del área de Medio Ambiente autonómico, correspondientes a la comarca forestal de Riaño y de la reserva regional de caza de Riaño. La Junta ha detallado que están recabando la información necesaria sobre este episodio de furtivismo al tratarse de unos hechos delictivos, según el Código Penal. Desde la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León detallan que los dos ejemplares se encontraban juntos, “atados por la misma cuerda”.
Fuentes del Servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) en León indican que esos parajes constituyen “una zona privilegiada para los cazadores”, porque se encuentra en el noroeste de la provincia, entre las reservas naturales de Riaño y de Mampodre y con los Picos de Europa a su espalda. Son dos espacios naturales de gran valor ecológico, en los que existe una gran cantidad de ciervos, corzos o jabalíes que atrae a los cazadores, además de frecuentes manadas de lobos, estos últimos bajo la prohibición de ser abatidos tras su inclusión en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. La mayor densidad de los entre 2.000 y 2.500 lobos que se estima viven en España se encuentra en Castilla y León, seguida por Galicia, Asturias y Cantabria.
“Por allí también hay incluso osos”, destaca este informador. La investigación sigue abierta y esta fuente se muestra optimista con respecto a dar con la persona que abatió a los dos lobos, casi con seguridad presente entre los miembros de aquella batida del domingo 17 de diciembre, sin descartar que pueda existir algún ejemplar más herido o muerto por las proximidades y que no haya sido avistado durante los rastreos por el terreno. “Hemos enviado los cadáveres al Centro de recuperación de animales silvestres para averiguar la trayectoria de las balas, realizar la necropsia y conocer un poco más sobre cómo murieron”, explica el miembro del Seprona, quien ensalza la colaboración entre unidades. Nada más recibir “un aviso, unos rumores” sobre lo presuntamente ocurrido en esa batida, se movilizaron de inmediato para esclarecer el suceso e iniciar las labores de campo.
La polémica sobre la protección total del lobo se polariza cada vez más y en España da lugar a incidentes de este tipo. En ocasiones, los furtivos congelan las cabezas de los lobos para utilizarlas a modo de protesta mafiosa contra la prohibición de su caza. El martes 19 de diciembre, precisamente cuando se estaba buscando a los ejemplares que se han localizado muertos en León, aparecieron la cabeza y la cola de un lobo ibérico, colgados de una cuerda, en el puente de la Senda, en la localidad de Villanueva (Asturias). También en el Principado, unos operarios encontraron este mayo, dos cabezas de lobo en las escaleras que conducen al ayuntamiento.
En Europa, el debate sobre la situación del lobo, con una población estimada de 20.300 cánidos en los Estados miembro, se ha colado en el debate con fuerza. La Comisión Europea propuso este miércoles 20 de diciembre que la especie pasara de estar “estrictamente protegida”, categoría actual que solo permite abatir ejemplares en determinadas circunstancias, a “protegida”, que implica la autorización de su caza, como si se tratara de cualquier otra especie cinegética. Las asociaciones ecologistas han criticado duramente estos planes, que, aseguran, obedecen a criterios políticos con las elecciones al Parlamento Europeo a la vuelta de la esquina. Para que la propuesta salga adelante debe ser aprobada, en primer lugar, en el Convenio de Berna sobre la conservación de la fauna y la flora silvestres y los hábitats naturales de Europa, que no se reúne hasta dentro de un año, y posteriormente se debe modificar la Directiva Habitats, que requiere la unanimidad de los Veintisiete.
La información es la primera herramienta contra el cambio climático. Suscríbete a ella.
Suscríbete
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal