La madre de Alexéi Navalni ha logrado una pequeña victoria frente al Kremlin. Liudmila Navalnaya ha recuperado los restos mortales del disidente ruso después de una dura pugna de varios días con las autoridades. “El cuerpo de Alexéi ha sido entregado a su madre, muchas gracias a quienes lo exigisteis”, ha revelado quien fuera portavoz del disidente, Kira Yarmish, en una muestra de agradecimiento a la ola de ciudadanos y personalidades del país que clamaron contra el Kremlin por querer organizar un funeral secreto y sin la presencia siquiera de la madre del opositor.
Aún quedan muchos detalles por aclarar, sobre todo, cómo será el entierro del opositor y si la familia hará o no una segunda autopsia. La portavoz del disidente ha destacado que el funeral “queda pendiente” y Liudmila Navalnaya sigue en Salejard, la ciudad del círculo polar ártico vecina a la cárcel IK-3, a donde fue trasladado Navalni en sus últimos dos meses de vida y en la que falleció, con 47 años, el pasado día 16.
Navalnaya denunció esta semana públicamente que las autoridades la estaban chantajeando. “Quieren que —el sepelio— se haga a escondidas, sin despedirse. Quieren llevarme a las afueras del cementerio, a una tumba fresca y decirme: ‘aquí yace tu hijo”, declaró la madre del activista el pasado jueves. Un día después, el círculo del disidente denunció que Navalnaya había recibido un ultimátum de tres horas: aceptaba las condiciones del Kremlin o los restos del activista serían enterrados en la cárcel del Ártico, a casi 2.000 kilómetros de distancia de Moscú.
La portavoz de Navalni no ha apuntado ninguna pista sobre las concesiones dadas por la familia o el presidente Vladímir Putin, para quien Navalni era su gran antagonista político dentro del país. Yarmish ha agregado en la red social X que no saben si las autoridades tratarán de impedir que el funeral se lleve a cabo “como la familia quiere y Alexéi se merece”.
La madre de Navalni llegó a Salejard acompañada por un abogado un día después del fallecimiento del disidente. Las autoridades le impidieron ver el cuerpo de su hijo hasta el jueves 22 y escuchó varias versiones sobre las causas de su defunción. El día de la muerte de Navalni, la propaganda del Kremlin difundió que este había sufrido “un coágulo”, versión que descartó uno de los médicos rusos que atendieron al disidente cuando fue envenenado con Novichok en 2020. Después, los funcionarios de prisiones dijeron a Navalnaya que su hijo había padecido “un síndrome de muerte súbita”, una causa de mortalidad que no existe en la terminología médica. Posteriormente, los investigadores aseguraron a la mujer el 19 de febrero que no le entregarían el cadáver durante al menos dos semanas porque debían practicarle “un examen médico”.
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Finalmente, Navalnaya pudo ver el cuerpo de su hijo y recibir el acta de defunción el jueves pasado. Según reveló el equipo de Navalni, la versión oficial es que murió “por causas naturales”, aunque ninguno de los allegados al opositor duda de que fuera un asesinato orquestado por el Kremlin.
La organización que lideró el disidente hasta su muerte, Fondo contra la Corrupción, ha ofrecido una recompensa de 100.000 euros “por la información completa sobre el asesinato de Navalni”. El director de la plataforma, Iván Dzhakov, apeló en su canal de YouTube a los empleados de las fuerzas de seguridad y del sistema penitenciario ruso para que revelasen algún detalle sobre las últimas horas del activista a través de unas herramientas digitales cifradas. “Si sientes el mismo dolor que nosotros, escríbenos. Demuestra que dentro del sistema todavía hay personas que sienten dolor por los crímenes inmorales de Putin”, manifestó Dzhakov.
Horas antes de que el Kremlin accediese a entregar el cuerpo de Navalni a su madre, la viuda del activista, Yulia Navalnaya, publicó un mensaje en el que denuncia el trato inhumano de las autoridades hacia la familia del fallecido. “Hoy se cumplen nueve días desde que murió mi marido. Nueve días desde que Putin mató a Alexéi Navalni, pero el asesinato no fue suficiente para Putin. Ahora mantiene su cuerpo como rehén; se burla de su madre, le obliga a aceptar un funeral secreto o de lo contrario amenaza con hacer algo con el cuerpo de Alexéi”, lamentaba la viuda del opositor.
Yulia Navalnaya anunció tras la muerte de Navalni que tomaría el testigo de su marido y haría oposición política al Kremlin a partir de ahora. En su último vídeo, la opositora contrapone “al mismo Putin al que le encanta demostrar que es un cristiano creyente” con “el que miente y chantajea a una madre atormentada”. “Lo que Putin está haciendo ahora es odio. No, esto ni siquiera es odio, es satanismo, paganismo. ¿Qué planeas hacer con su cuerpo? ¿Hasta dónde llegarás para burlarte del hombre que mataste? Chantaje, amenazas, ultimátums. ¿En serio?”, preguntaba Navalnaya dirigiéndose de tú a tú al jefe de Estado ruso.
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